Selenopeltis gallica (BRUNTON & HENRY, 1978)
Descripción general:
La especie principal referida en este apartado del género Selenopeltis es la representada por Selenopeltis gallica. No son numerosos los ejemplares que se descubren, su abundancia en campo deja mucho que desear, pero es importante como único representante del Orden Odontopleurida en nuestro área de estudio centro-ibérico.
Su cararcterística principal es la presencia masiva de espinas, tanto cefálicas como torácicas y pigidiales. El cranidio es muy complejo, incluyendo espinas que se extienden sobre el raquis en un ángulo abierto hasta la mitada de la longitud del tórax, y el cefalón presenta una granulación muy patente, hecho que se repite en el resto del cuerpo, aunque con menor intensidad y densidad.
Se ha llegado a la conclusión de que es un género bentónico, y que sus espinas le servían para no hundirse en el lodo del fondo. La otra teoría es que fuese un animal nadador-planeador.
Cefalón:
Cefalón pseudo-rectangular, muy granulado, con espinas genales grandes, más gruesas que las torácicas, aplanadas y patentes, y cuyo cranidio también tiene un par de espinas occipitales dirigidas hacia atrás, en un ángulo abierto divergente.
Como se puede observar en la siguiente imagen, sus ojos son muy pequeños, reticulados en pequeñas facetas, abarcando un amplio campo de visión por su forma arqueada. Se puede observar tambien el granulado típico de la mejilla, en consonancia con le resto del cefalón.
Tórax:
Posee nueve anillos torácicos, abultados, siendo el raquis torácico parecido a vértebras, mientras que las pleuras son aplanadas pero muy claros y característicos. Destacar sobre todo las espinas dobles del final de la pleura: una muy pequeña en forma de gancho, que está soldada a la otra, esta si muy visible y larga. En total son 18 espinas torácicas, y todas en el mismo plano.
Pigidio:
El pigidio es bastante pequeño, en comparación con el cefalón. Al igual que el resto del cuerpo del trilobite, posee también espinas, más cortas que las torácicas.