Hungioides bohemicus (Novák in Perner)
Descripción general:
El género Hungioides, del cual tenemos representado como especie en la península ibérica el género Hungioides bohemicus, nos muestra a un asáfido de grandes dimensiones y muy raro en cuanto a restos fósiles.
Son muy escasos los ejemplares que se conservan íntegros, siendo más habitual (dentro de la escasez de restos) encontrar partes aisladas de la especie. El ejemplar en portada procede de la «Pedreira do Valerio», donde se ubica el Centro de Interpretación Geológica de Canelas (http://www.cigc-arouca.com/). Este centro alberga los ejemplares que van viendo la luz en la cantera de pizarra, y en la que destacan las grandes dimensiones que éstos llegan a alcanzar.
Al igual que los otros asáfidos descritos, posee un cefalón con espinas genales que salen de librígenas anchas y amplias, grandes ojos, y sutura glabelar redondeada, en forma de elipse, sin llegar al borde cefálico anterior.
Sin embargo, no tiene 8 segmentos torácicos como los demás asáfidos, sino 12, y su pigidio posee 4 espinas pleurales anchas en forma de garra que dirigen sus puntas hacia la parte posterior del animal.
Cefalón:
Cefalón grande y ancho, incluyendo sus dos espina genales dirigidas hacia atras. Ojos también grandes, en forma de media luna. La sutura glabelar es redondeada, con forma eliptica, sin llegar hasta el borde cefálico anterior. La glabela en si tiene forma de parábola invertida, con surcos diferenciados aunque no muy profundos.
Tórax:
Tórax con 12 segmentos anchos y muy diferenciados. Las pleuras terminan en punta, en forma de garra con su ápice apuntando hacia el pigidio. La linea de sutura de la pleura es alargada y llega casi hasta el final desde el raquis.
Pigidio:
Pigidio de gran tamaño, en el que se destacan las cuatro espinas pleurales de base ancha y en forma de garra, y que acaban en punta dirigiendose hacia la parte posterior del animal. Se destaca también los 11 anillos del raquis pigidial, muy característico y bien diferenciados, y que desde su base se van haciendo más pequeños hasta que acaba en un anillo pequeño y redondeado que se queda lejos del borde pigidial. Los surcos pleurales tienen su base en la unión de los anillos del raquis, siendo marcados y profundos los primeros 7, difuminándose los demás. Ninguno de ellos llega hasta el borde del pigidio.